No lo haces como Matt Mercer

Cada cierto tiempo me encuentro con diversos vídeos en TikTok o YouTube con diversas mesas de habla inglesa, en su mayoría estadounidenses, con sus sesiones grabadas y emitidas también en directo, todas ellas con una gran base de seguidores que fomentan la creación de contenido adicional alrededor de esas mismas partidas. Lo mismo ocurre en nuestro idioma, a menor escala. Esta proyección hace que muchos jugadores, bastantes de los nuevos y algunos de los experimentados, se fijen en ellos y quieran vivir grandes aventuras, imitando a estos famosos jugadores que ven diariamente en sus redes sociales y con la intención de que su Director de Juego sea como los que ven en los vídeos. Quieren tener ante ellos una gran cantidad de escenografía, miniaturas, mapas, rompecabezas y una gran interpretación de PNJs tan diferenciada como sea posible, con una historia y una ambientación tan detallada y enriquecedora como sea posible, a poder ser con algún detalle extra, como dibujos de los personajes, algún documento maquetado o quizá una buena grabación. Y todo desde la comodidad de su silla, con su hoja de personaje y un set de dados.

Pero ¿es justo que todo recaiga sobre los hombros del DJ?

El rol es colaborativo

Creo que mucho estamos de acuerdo en que todas las partidas que tenemos no son “la historia que cuenta el DJ”, porque ya tenemos una experiencia en esto de jugar al rol y hemos participado en multitud de saqueos, dramas, investigaciones, complots, romances o concilios para saber que todos los que se sientan alrededor de la mesa son partícipes de lo que ocurre en cada una de las sesiones de juego. Sí, el DJ es quien lleva la responsabilidad de representar el mundo más allá de los Personajes, pero eso no significa que todo lo que ocurra debe pasar obligatoriamente por sus manos y su mente.

No es un caso concreto de alguna de las mesas que haya dirigido en algún momento, pero sí veo una tendencia que va apareciendo más recientemente por los motivos del párrafo introductorio. Hay Jugadores que ven lo que ocurre en Critical Role, Infrecuentes, Dimension 20, Legends of Avantris y tantos otros que quieren imitarlos, quieren tener eso en sus partidas, pero no se dan cuenta que exigir al DJ a llegar a las cotas que ofrecen aquellos que ven en redes sólo es posible si el propio Director de Juego recibe la misma réplica por su parte.

Todos queremos tener la satisfacción de estar jugando partidas y campañas con un buen bagaje, que la emoción y el disfrute vayan de la mano al tiempo que invertimos en estos juegos, pero también debemos ser conscientes de qué estamos aportando a la mesa de juego en la que nos encontramos, sobre todo si queremos exigir unos niveles mínimos a nuestros compañeros de juego, ya sean otros Jugadores o el propio DJ.



Es que resulta que no soy Matt Mercer, ni tú eres miembro de Critical Role

Ni lo somos, ni lo deberíamos pretender. Seguro que sí Matt MercerAnjali Bhimani, Brennan Lee Mulligan o Aabria Iyengar, por nombrar a unos pocos, tuvieran en su mesa Jugadores que sólo tiran dados y se preocupan tan solo por lo que el DJ aporta  a la mesa y por rajar y saquear todo lo que aparece en el camino, estas partidas no serían tan famosas e incluso acabarían perdiendo las ganas de seguir dirigiendo muchas más sesiones. Debemos ser conscientes de que estamos ante una relación entre DJ y Jugadores que debe fluir y en la que todos deben invertir para que fluya y surjan esas sinergias que muchos buscan y atesoran.

Al final, nuestras partidas son un contrato social en el que todos acaban buscando el mismo tipo de divertimento y aportan sus energías para conseguir el objetivo buscado. Si buscamos sesiones de sajarraja, todos remamos a una en degollar tantos cuellos como encontremos, saqueando tesoros y mazmorras sin parar; si buscamos sesiones de corte y negociaciones, nos engalanamos y preparamos para interpretar y negociar, apoyados por nuestras tiradas; así que si queremos una mezcla perfecta de acción, drama, interpretación y magia, todos debemos unirnos para que nadie se quede solo, ni muy atrás ni demasiado delante. 

Recuerda que el rol es una afición colaborativa, y que tanto los Jugadores que aportan a una mesa todo lo que pueden y solo se encuentran con la noveleta de turno un DJ frustrado, como el DJ que se esfuerza durante días y horas en traer todo el material posible para que sus Jugadores solo se dediquen a tirar dados sin interés en su trabajo, son parte de la afición que desgraciadamente pueden acabar completamente quemados y quizá abandonen los juegos de rol por estas horribles sensaciones.

DJs, cuidad de vuestros Jugadores. Jugadores, cuidad de vuestros DJs. Porque gracias a la colaboración entre todos conseguiréis llegar a lo que buscáis. No hace falta imitar a los famosos para disfrutar tanto o más que ellos.

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