No sé narrar terror

No sé si les pasará a muchos de los Directores de Juego en general, o simplemente se trata de un problema personal, pero está claro que hay un género que me supone un sobreesfuerzo y, sobre todo, se me hace bola cada vez que lo intento tocar: el terror. Que sí, que hace unas semanas hablábamos de cómo enfocaría Vampiro a día de hoy, más personal, más horror y todo eso, pero eso no significa que se me dé bien.

Quizá conocer los límites de uno mismo hace que te sientas capaz de superarlos y darlo todo, aunque al final no te sea una sensación total. Quizá sea un límite impuesto por la propia mente y, en realidad, sí sé narrar terror, pero desde mi punto de vista no lo veo así. Quizá sea esa necesidad de aprobación del entorno de juego lo que me hace sentir esa incapacidad, intentando siempre enfocar ese tipo de sesiones de una manera diferente a cómo enfoco las sesiones de otro estilo, como la fantasía.

Y como ya sabes, esto empieza con una reflexión sobre el propio título, y quizás se vaya un poco el hilo al final y acabe hablando de las propias inseguridades que crea la mente cuando te encuentras en un entorno de confianza, explorando materias a las que no estás acostumbrado. Sea como sea, vente a ver cómo acaba la cosa.


La atmósfera que transmites

No tengo muy claro qué habilidades debe poseer un Director de Juego para enfocar directamente este género en una sesión o campaña, aunque no puedo evitar imaginarme que el ritmo de la narración, las palabras que usas e incluso cómo las entonas, ayudan mucho a la hora de transmitir una tensión añadida simplemente con el don de la palabra. Gracias a las nuevas redes sociales, sobre todo TikTok, consigues ver a una buena cantidad de gente (habitualmente estadounidense) compartiendo trucos de dicción, interpretación y entonación, pero la falta de tiempo o incluso inseguridades propias no te permiten practicar y prepararte para una sesión memorable.

En ese aspecto, debo decir que cojeo muchísimo, así que normalmente utilizo otros elementos que también influyen en las reacciones de los Jugadores, en concreto la música de la que puedas disponer en diversos formatos (que, desde hace años, nos suministra YouTube sobre cualquier temática). Bandas sonoras de videojuegos o películas que puedes usar para añadir suspense a tus propias palabras, a un volumen adecuado que permanezca en los oídos de todos y cause tensión al producirse un silencio. Incluso aplicaciones como Pocket Bard (en su versión premium) dispone de entornos y mezclas que permiten provocar cambios rápidos en una escena concreta, lo que mantiene a todos atentos a cualquier suceso. Además puedes añadir, tanto por aplicaciones o bajo tu propia cosecha, efectos de sonidos que ayuden a tus propósitos, como lo que sufrieron mis amigos en una partida con un latido de corazón que cambiaba su frecuencia según lo que se encontraban en la partida, emitido directamente en un auricular en cada oído izquierdo de los presentes (un experimento que resultó ligeramente satisfactorio).

En partidas de mesa puedes jugar con la atmósfera visual de formas añadidas, como por ejemplo con el uso de luces tenues y velas, quizá incluso con zonas en penumbra que transmitan incomodidad. Vivimos además en la era de las luces programables y controlables a través de mandos bluetooth y centralitas WiFi que permiten el cambio instantáneo de intensidad, calidez y tonalidad para dotar a cualquier a habitación del ambiente que desees. Aún no he podido probar esto, pero es algo que me llama la atención y creo probable que pueda influir positivamente en crear la atmósfera necesaria.

Kult es uno de esos juegos que causa incomodidades en el género

Entonces, ¿cuál es el problema?

Volviendo al objetivo de la entrada, el terror lo veo como una suma de todas las partes que he mencionado arriba, además de una historia adecuada y una dificultad para el Jugador que roce la letalidad en muchas ocasiones, sin ser una trama absurdamente difícil. Admito que hay mucho material ya creado con todo esto (Llamada de Cthulhu, Kult), pero la comodidad en el entorno con el que estás trabajando me parece algo primordial, y algunos juegos pueden tocar sensibilidades que puedes no estar preparado a afrontar para transmitir a los Jugadores.

El terror se me antoja un género complejo, muy alejado de otras ambientaciones y que, bajo mi perspectiva, sólo saben utilizar aquellos que han perfeccionado sus herramientas narrativas. Es quizá mi talón de Aquiles, o quizá sea que me causa una inseguridad muy grande y por eso prefiera no afrontarlo salvo en contadas ocasiones. Así que, quizá, esta entrada se haya convertido en una confesión a mis Jugadores, sumada a haberse convertido en una pregunta, incluso un ruego, a otros Directores de Juego.

¿Tú cómo afrontas dirigir el terror? A lo mejor tu respuesta me ayude, y ayude a otros, a dar el siguiente paso para mejorar en esta bonita afición que tenemos.

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